La campaña fue creada para recordarle a las mujeres que hay una Lubriderm para cada tipo de piel a través de la asociación con las texturas de las frutas. Consistió en buscar un área visitada de manera constante por el público objetivo, pero menos saturada que la zona de belleza. Así, el proyecto se desarrolló en el espacio destinado para las frutas que se intervinieron con adhesivos para que a través del tacto las consumidoras pudieran sentirse identificadas y encontrar sus necesidades básicas para el cuidado de la piel, relacionándolo con el producto de la línea de cremas humectantes más adecuado para cada caso.
Lápiz de Acero 2015, categoría Avisos en Nuevos Medios