La casa 1819 se encuentra ubicada en el casco urbano del municipio de El Retiro, Antioquia, sobre la carrera 20, una de las calles principales de acceso al Parque Fundacional. Su recuperación da inicio en el año 2019 y surge desde la preocupación de sus nuevos propietarios y habitantes por rescatar la historia y poner en valor los rasgos patrimoniales del inmueble, el cual se encontraba en un estado avanzado de deterioro. La apuesta por gestar una huella histórica en la recuperación patrimonial en los bienes residenciales y los rasgos arquitectónicos propios de la colonización antioqueña incubaron el deseo de transformar y recuperar la casa, vinculado a valores intangibles y de recordación popular por el funcionamiento de locales comerciales de antaño en su relación inmediata con la calle y por las familias de generaciones anteriores reconocidas en el municipio que habitaron su interior. Adicionalmente el proyecto pretendía generar nuevos vínculos con el espacio y nuevas dinámicas de habitabilidad, conservando en su mayoría los elementos tradicionales originales del inmueble mezclándolos con nuevos lenguajes contemporáneos que aportaran a la construcción de un nuevo capítulo histórico tanto del bien como del municipio.
El proyecto se concibe como una oportunidad para poner en valor los rasgos propios de dos épocas diametralmente opuestas y con más de 200 años de diferencia, conviviendo en el mismo espacio y gestando una nueva capa histórica para el inmueble. Como estrategia principal, el diseño concibe exaltar la antigua técnica constructiva con la que fue concebida la casa, recuperando los muros de Tierra pisada o Tapia y exponiendo la nobleza del material con que fueron levantados, los cuales se encontraban en un alto grado de deterioro. Al exponer la tapia se resaltó una textura única que acompañada con nuevas tecnologías de iluminación generaron una atmosfera de calidez y arraigo con el territorio. Como segunda estrategia, se adoptó respetar la distribución espacial original de la casa y adaptar los nuevos espacios requeridos a las divisiones existentes. Como única adición de mayor impacto se diseñó un salón en el solar y la cocina, con un lenguaje contemporáneo: Metal, madera y vidrio, Estos nuevos espacios contrario a pretender imitar la arquitectura tradicional, buscan generar un contraste que resalta los valores patrimoniales y diferencia ambas épocas. Como tercera estrategia, se planteó recuperar la mayor cantidad de elementos originales de la casa y darles nuevas aplicaciones dentro del espacio. Tal es el caso de las puertas, ventanas, columnetas y elementos de cubierta, donde al exponer su madera original se exhiben las vetas, tallado artesanal y cicatrices históricas como testigos del paso del tiempo y la recuperación de baldosas de arcilla y piedras en canto rodado originales. La cuarta estrategia, vincula al proyecto un lenguaje contemporáneo en la utilización de nuevos materiales que responden al tiempo presente y en la selección de mobiliario y ornamentación. La quinta estrategia se aborda desde el diseño paisajístico, realizando una incorporación selecta de especies que generan nuevos ecosistemas vinculados al clima y a los hábitos de sus habitantes.