Nuestra colección STRANGE FRUIT, inspirada en la poderosa obra literaria «La Vorágine» de José Eustasio Rivera, germina en una selva impenetrable, plagada de memorias silenciadas, símbolos cosmográficos, un antes muy diferente al ahora y un ahora envuelto en un daño irreparable a causa de la violencia perpetrada por la industria cauchera en nuestra selva amazónica colombiana. A días en bote y remo del casco urbano, río arriba se encuentra un árbol que llora sangre blanca, en cuyo tronco duermen las heridas de la selva. Nuestra narrativa visual para esta cápsula explora la relación entre la exuberancia de la naturaleza, el conflicto a causa del hombre blanco “civilizado” y la inevitable transformación en medio del caos, que nos adentra a descubrir una Colombia que como colombianos desconocemos; un camino trazado por la violencia en un mundo que se constituye en segunda naturaleza en donde los cuerpos “cuelgan de los árboles como frutos extraños, balanceados por la brisa del sur.” Este proceso da vida a cinco piezas de autor que encarnan un espíritu cosmopolita sin perder la memoria de esta historia. Concebidas para quienes encuentran en la indumentaria un lenguaje propio, estas piezas fusionan el rigor de nuestro método de confección con una estética provocadora y experimental donde cada elección trasciende lo efímero para convertirse en una declaración de identidad. En alianza con MALVA, que acompañó nuestro ejercicio estético, concebimos un encuentro sin precedentes entre la literatura, el arte y el diseño colombiano, trasladando el universo de La Vorágine a una narrativa contemporánea.
Aporte de diseño
El proyecto toma forma a través de un meticuloso trabajo técnico que fusiona técnicas de ilustración, bordado y experimentación textil para construir una narrativa visual poderosa. Su desarrollo ha implicado una profunda investigación y revisión de literatura, explorando las tensiones entre el cuerpo y la selva desde múltiples perspectivas. Las ilustraciones, base de cada pieza, se integran a procesos de estampación digital y bordado, generando texturas que aportan profundidad y corporeidad a figuras híbridas, atrapadas en la lucha entre lo humano y lo natural. El bordado y la ilustración van más allá de una elección estética y se convierten en un acto de preservación y reinterpretación de la memoria colectiva. A un siglo de la publicación de La Vorágine, este proyecto traduce su esencia en un lenguaje visual y material, transformando la literatura en una experiencia tangible. La integración de técnicas textiles y el uso de telas no convencionales dentro de este relato de lucha y resistencia resignifican el papel de estos oficios en la construcción de una identidad cultural. A través de una cuidadosa curaduría de materiales y un arduo trabajo curatorial, se ha dado forma a una colección de cinco piezas impactantes que traducen esta narrativa en diseño, resignificando el acto de vestir como un testimonio vivo de memoria y resistencia. Este proyecto celebra el centenario de La Vorágine mientras lo sitúa en el presente, replanteando la selva como un espacio simbólico de lucha y transformación. Reconocemos la moda y el vestuario como medios de expresión de identidades, así como herramientas para narrar historias que resisten al olvido. En este universo, los cuerpos se disuelven en su entorno, convirtiéndose en huellas de un país cuya historia, muchas veces, no ha sido contada con hilos ni ilustraciones, sino con cicatrices.
