Nominados / Repelón. Cardumen de memoria colectiva.
Diseño: Jorge Adrián Gaviria Gómez – Bassico Arquitectos S.A.S
Cliente: Stephan Chahin Uribe – Presidente Operativo en Tecnoglass. Christian Daes
Ubicación: Medellín
Créditos: Arquitecto Codirector: Juan Esteban Ramirez (Arquitecto UN Espacio Arquitectos), Codirección de diseño: Hernan Marín (Artista Plastico) Arquitecta: Laura Maya (Arquitecta UN Espacio Arquitectos), Fundación Tecnoglass Eswindows Fundación Tecnoglass Eswindows
REPELÓN, CARDUMEN DE MEMORIA COLECTIVA Ubicación: Municipio de Repelón, Atlántico, Colombia Área: 9272 mt2 La historia del municipio de Repelón está estrechamente ligado a su relación con el agua. Desde la construcción del canal del Dique, y posteriormente con la construcción del embalse del Guájaro la memoria del asentamiento inicial del municipio fue sepultada con agua. El monumento de Repelón rescata la memoria del municipio original y cuenta su historia sumergiendo al transeúnte en el fondo del agua, como si se tratase de otro actor del ecosistema acuático de la ciénaga, con un recorrido guiado por conjuntos de barcas, que, a manera de bancos de peces, se van desplazando de manera grupal, atravesando de modo intermitente el terreno que sostiene la intervención. El recorrido toma como eje el canal de riego aledaño, modificando su cauce para relentizar y ampliar los espejos de la lámina de agua, generando diferentes temporalidades en el paisaje y en el monumento, que permiten transformar la experiencia según las condiciones climáticas predominantes al momento de la visita. El monumento es una alegoría a la cultura y folclor de su gente, a la cultura pesquera y a la cultura anfibia de la región; se erige no solo como pieza escultórica, sino también como pieza urbana habitable que genera sombra para convertirse en punto de encuentro de las personas que representa. Las familias donaran las barcas que crearan el cardumen y la protección contra el sol, creando mayor sentido de pertenecía que garantiza el cuidado del proyecto. Barcas con historia, desgastadas, en desuso, que hallarán una nueva vida en una pieza de arte y arquitectura que cuenta la historia del lugar, el paisaje, sus especies nativas y sus habitantes.
Este pabellón busca, desde la vista del espectador y a través de su materialidad, desdibujarse, hacerse parte del paisaje y de esta manera mimetizar el artificio para enfrentar al visitante a nueva perspectiva, una perspectiva que, desde la temporalidad, obliga a repensar la importancia del agua, evidenciar sus temporalidades y poner en valor la importancia de la ruralidad. La parte artística del monumento, desarrollada por el artista plástico Hernán Marín, propone como efecto visual una disolución de la imagen que es generada por el vidrio que soporta el imaginario colectivo de la canoa, jugando así con dos distancias para el espectador: una lejana y una difusa que se configura al acercarse a la obra principal. La imagen diluida y difusa es una metáfora de la memoria, de lo inasible y etéreo, es por esto que al aproximarse a la obra se devela la figura y se descubre en detalle su forma y significado. Técnicamente, el proyecto se construye a partir de muros modulares paralelos, con un basamento en piedra tipo gavión, y continua con una estructura de acero que es revestido en lámina de vidrio espejo o sandblasted. El vidrio con sus reflejos y matices, buscaran ese efecto de estar bajo el agua, y representará la empresa que donara el proyecto a la región. Se remata con una lámina de aluminio en su parte superior dispuestos paralelamente para sostener el cielo de canoas y siembras de especies naturales.
2022-05-24
Los textos de los proyectos corresponden a los presentados por sus autores. No han sido editados por la organización del premio.
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