Nominados / Penny Piggy Bank (Alcancía Penny)
La idea de esta alcancía nace después de presenciar las adversidades sufridas por millones de personas durante la pandemia, y tras experimentar profundas dificultades personales. Un diseño motivado por el dolor y los obstáculos, el cual pretende convertirse en un símbolo de resiliencia y esperanza. Esta alcancía se inspira en la imagen icónica y universal de una alcancía rota como representación de una crisis financiera, y extiende su simbología al permitir a los usuarios romper la alcancía y volverla a ensamblar de miles de formas, manteniendo su esencia y funcionalidad, y demostrando metafóricamente que lo que alguna vez parecía completamente roto, puede recuperarse de innumerables formas. Transmite el poderoso mensaje de que podemos percibir la vida desde perspectivas diferentes, indicando que incluso después de una caída devastadora, poseemos la capacidad de reconstruir, emerger más fuertes y forjar un camino hacia la renovación. La investigación de diseño concluye que a pesar de que se evidencia una reducción en el uso del dinero en efectivo a nivel mundial, muchos lugares del mundo aún mantienen predisposiciones culturales, económicas y limitantes tecnológicas que impiden una transición total hacia una sociedad completamente digital en términos financieros, donde las transacciones no se realizan con billetes o monedas físicas, sino con información digital. En naciones latinoamericanas, europeas y asiáticas, el dinero en efectivo sigue siendo vital para las transacciones diarias. Además, las alcancías permanecen como una de las formas más convenientes y efectivas de ahorrar monedas y billetes, al tiempo que constituyen la forma óptima para enseñarle a los niños sobre la importancia del hábito de ahorrar y establecer metas financieras. El concepto de una alcancía persiste como un icono universal que personifica los valores de promover una cultura orientada al ahorro, generando beneficios no solo para los individuos, sino también para la sociedad en su conjunto
Basándose en los principios de la tradición japonesa de Kintsugi, esta alcancía celebra y exalta las imperfecciones e invita a apreciar la belleza en la fragilidad y la singularidad de lo que está roto. La superficie revela grietas como componentes esenciales de su estética, marcas que pretenden contar historias de resiliencia y esperanza, y que se manifiestan como lenguaje visual. Esta alcancía también invita a los usuarios a explorar formas únicas de acceder a sus ahorros: La alcancía se puede dejar caer al suelo, se puede golpear con un martillo o, simplemente, desacoplar pieza por pieza. Este espíritu de transformación se materializa gracias a un diseño modular, donde 12 piezas se entrelazan mediante imanes de Neodimio. Este enfoque permite poder ensamblar la alcancía en una cantidad increíblemente grande de configuraciones (¡Literalmente miles de combinaciones!), creando una solución sostenible, extendiendo la vida del objeto al crear un vínculo emocional con el usuario, y al conservar la funcionalidad y una apariencia única, intrigante y en constante cambio. Como en las tradicionales alcancías de cerámica y en los juguetes de vinilo, esta alcancía se erige como una plataforma de autoexpresión y creatividad. Es un lienzo tridimensional que invita a los usuarios a personalizar y forjar vínculos aún más profundos y personales. Cada nueva composición se convierte en una variante sumamente excepcional y única, redefiniendo el concepto mismo de la alcancía tradicional. Dimensiones: 127mm x 127mm x 127mm. Proceso de Manufactura: Inyección (Prototipo: Estereolitografía – SLA) Materiales: PVC (Prototipo: Accura 25 – ABS/PP-Like) Tecnología y Procesos: Diseño algorítmico con Grasshopper. Desarrollo de producto en Creo Parametrics.
2022-02-14
Los textos de los proyectos corresponden a los presentados por sus autores. No han sido editados por la organización del premio.
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