Nominados / Pabellón Museo de Memoria Histórica de Colombia
Diseño: Antonio Yemail – Yemail Arquitectura sas
Cliente: Cristina Lleras – Cliente: CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTORICA DE COLOMBIA Ubicación: Corferias, Bogotá D.C y Parque de los deseos Medellin. Dirección de arte: Laura Cuervo. Asistente dirección de arte: María Camila Suárez .Diseño gráfico: Margarita García, Juliana Toro .Diseño de producción audiovisual: Melissa Saavedra Gi.l Productor ejecutivo: 10 Music, Área: 1545m2. Año: Abril 2018. Maqueta: Sebastián Vélez. Créditos Fotográficos: Alejandro Arango (obra), Carlos Buitrago (Maqueta) Museo de Memoria Histórica de Colombia: Directores: Martha Nubia Bello (2015- junio 2017) Luis Carlos Sánchez Díaz (Julio 2017 – hoy) Equipo de Dirección: Sebastián Arias, María Teresa Barrera, Lina María Díaz, Daliana Gámez, Blanca Cecilia Muñoz, José David Perdomo, Santiago Salazar Curaduría: Juliana Botero, Sofía Natalia González, Cristina Lleras, Lorena Luengas, Luis Carlos Manjarrés, Pilar Riaño, Claudia Marcela Velandia Educación: Jenifer Álvarez, Jorge Bautista, Pedro Betancourt, Juan Pérez. Programación: Mauricio Builes, Juan Pablo Daza, Santiago Moreno, Manuela Ochoa, Néstor Peña, Juan José Toro, Juan Vargas Comunicaciones y dimensión virtual Edwin Cubillos, Kalia Ronderos, Juana Ibanaxca Salgado. Infraestructura: Carlos Bustamante y Andrés Forero Colecciones: Natalia Barón y Ernesto Jaimes
Ubicación: Bogota
Créditos: Sebastián Vélez, José Luis Hoyos, Nataly Salas, Martín Jiménez Centro de memoria historica 10 Music
El planteamiento, ocupa el espacio disponible a través de una retícula a 45 grados que se intersectan con tres volúmenes de doble altura alineados por el eje central; cada uno de los volúmenes, se rodea de espacios cuadrados que albergan el contenido expositivo y permiten reconstruir recorridos no lineales según el interés de cada visitante. El primer volumen, es un cuadrado rotado, que contiene un foro con la agenda de debate y discusión en torno a la memoria, está dispuesto justo después del vestíbulo de modo que no es necesario hacer todo el recorrido de la exposición para ingresar a él. El segundo volumen o ‘casa’ es la pieza central, que constituye un punto de cruce entre todos los recorridos; es un paralelepípedo de 7 metros de alto que remata en una cubierta a cuatro aguas (reminiscencia de la volumetría convencional de una vivienda) con un vacío interior que permite la relación visual entre los niveles. El tercer volumen, el memorial, cierra el recorrido del primer nivel y se envuelve por una rampa que permite acceder al segundo; es una estructura de pórticos en madera seriados en la que se activan múltiples acciones performáticas y artísticas que permiten escuchar relatos de comunidades de víctimas de diversas regiones del país. En el segundo piso, se dispone el paquete de programas pedagógicos y alternativos que también se ponen a prueba en la exposición y que permiten experimentar una simultaneidad de formatos y formas de comunicación, entendiendo el conflicto de manera más colectiva. La rampa del memorial entrega en la instalación de la ‘casa’, una pieza gráfica que construye una serie de capas de material que el público va pegando libremente, en un intento por reflexionar en torno a la idea del despojo; una vez se atraviesa dicha instalación se encuentra la biblioteca con un centro de documentación sobre diversas investigaciones del CNMH, la radio como un lugar de creación de contenidos y reproducción de voces y sonidos que evocan regiones del país,
El proyecto constituye la construcción de una exposición que pone a prueba el guion y el sentido espacial del futuro Museo Nacional de Memoria Histórica de Colombia proyectado para construirse a partir del año 2020, y que hace parte de los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla de las FARC. La exposición, no cuenta con una colección propia, sino que plantea un guion museológico para explicar los efectos y actores del hecho político y social más importante de Colombia en el siglo XX. Dicho guion conceptual reconstruye aproximaciones, perspectivas y visiones del conflicto desde tres ejes: El cuerpo, la tierra y el agua, absteniéndose de forzar una postura o explicación absoluta de las historias de la guerra. La arquitectura del museo busca ofrecer un espacio en el que diversas versiones de la realidad puedan ser contadas, por lo cual, se configura un recorrido multidireccional en el que es posible construir múltiples posibilidades y relatos. El proyecto se plantea como la ocupación de un pabellón de 50 metros de fondo, 20 metros de ancho y 10 metros de alto, usualmente utilizado como un recinto ferial. En dicho recinto existía la particularidad de que la puerta de ingreso y salida debían ser la misma, por lo cual el recorrido tendría que pensarse como un circuito. Adicionalmente, los 1000 m2 disponibles no resultaban suficientes para el programa total (previsto inicialmente en 1500m2), de modo tal que la estrategia general resultó en dividir todo el proyecto en dos niveles.
Los textos de los proyectos corresponden a los presentados por sus autores. No han sido editados por la organización del premio.
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