Fantasma

Diseño:

Colette Studio, Bogotá

Director: Ernesto Lafaurie. Arquitecta junior: Paola Botia.

Cliente:

Grupo Cassette, Bogotá

Gerente: Juan Riveros.

Producción/Construcción:

Duque Arquitectura SAS, Bogotá

Director: Esteban Duque.

Contexto/concepto de diseño

Fantasma es un BAR y un Venue, desarrollado en un local comercial de 220m2 ubicado en la planta baja del Edificio Rueda: un proyecto de Guillermo Bermudez construido en la década de los 50s sobre la carrera séptima con calle 73, que es considerado un icono de la arquitectura de Bogotá. Un espacio de proporción horizontal que se encontraba vacío, dividido en dos niveles y definido por una sola fachada que paramenta con la vía de mayor importancia en la ciudad. El objetivo del encargo consistió en reformar este espacio para consolidar un lugar íntimo y nostálgico en donde presentar música en vivo -Jazz-, honrar la memoria de su era dorada y celebrar una estética en torno a ella, con un programa que incluye una barra de Bar, una cocina de servicio, una tarima para presentar a los músicos, salones para atender a los comensales y unos servicios complementarios. En el proyecto se destaca el desarrollo de la fachada como un mecanismo que define la experiencia al interior del espacio. Una envolvente traslucida de dos capaz que incluye en primer lugar un sistema de ventaneria termoacústico para aislar por completo el sonido del tráfico hacia el interior, así como el bullicio de la música hacia el exterior. Por otra parte, una superficie de vidrio texturizado limita la visual y privatiza por completo el contenido del local. En el día permite el paso de una luz serena y homogénea mientras que en la noche presenta un dinámico paisaje artificial conformado por el movimiento de las luces de los edificios y los carros.

Aporte de diseño

FANTASMA: Almas errantes que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible, bien sea de manera visual, a través de sonidos o de aromas; principalmente en lugares con los cuales presentan un vínculo, tales como los que frecuentaban en vida. Culpables por no haber concluido correctamente algún asunto durante su vida humana, regresan entre nosotros para encomendar una misión… Los fantasmas pueden presentarse con su forma humana, o de manera Alegórica. La propuesta de diseño consiste en materializar esta alegoría a través de la estética del DIESELPUNK: un género narrativo que tiene su origen en el periodo de entreguerras y la década de los 50s, caracterizado entre otros por la influencia del Art Decó, el JAZZ, la ficción PULP, el expresionismo alemán y el Cine Noir. Manifiesto de una añoranza del pasado y la influencia de las representaciones de un futuro imaginado [utópico o distópico] caracterizado por la fusión de la estética del momento con tecnología retrofuturista y sensibilidades posmodernas. Una visión paralela y opuesta a la estética tradicional que predominó la era del Diesel y que explora la tensión entre el pasado y el futuro. Para proyectar, avanzamos paradójicamente hacia atrás, en busca de crear un concepto atemporal, casi anacrónico, nostálgico, fantástico, teatral y performático, inspirado en aquellos supuestos futuros imaginarios creados años atrás, que a su vez, nos permitieran crear un nuevo futuro único: una visión actual del futuro imaginado del ayer, el mundo del mañana que nunca fue. El resultado es un espacio ecléctico, arriesgado y propositivo, que combina de manera audaz tonos neutros con toques de color, materiales francos y de corte industrial, texturas intensas y repetitivas, instalaciones expuestas, vegetación precisa y una iluminación que se transforma con el paso de las horas y define la energía del momento.